Esta receta es la que yo utilizo para hacer mis galletas para decorar con fondant, no llevan huevo así no corremos peligro para su conservación, guardaditas en un taper o una caja metálica os pueden durar unos 2 meses sin problemas. Esta receta la he conseguido después de fijarme en muchas recetas de blogs conocidos, pero yo le he quitao y le he puesto, finalmente siempre las hago así.
Lo que necesitamos:
250 g de mantequilla a temperatura ambiente
150g de azúcar glass
500g de harina
75ml de leche
1 cucharada de esencia de vainilla
La mantequilla la tenemos que tener a temperatura ambiente desde el dia anterior, claro que depende de si es verano o invierno, pero debería quedar con una consistencia de pomada, como en la foto, veis que se me hunde el dedo...pues así. No vale meterla en el microondas, todo el mundo me lo pregunta, NOOOOO. Así que si queréis hacer galletas debéis pensarlo en dia anterior.
Lo primero que hacemos es tamizar la harina y el azúcar glass, este paso no nos lo podemos saltar, de lo contrario las galletas quedarán con una textura terrosa y no queremos eso verdad??
Hacemos una montañita como un volcán con el azúcar glass y la harina. Le hacemos un huequito en el medio y en ese hueco colocamos la mantequilla.
En este momento entran en juego "las manos amasadoras" pues esta masa yo personalmente la amaso a mano. Parece que nunca se va a integrar una cosa con la otra y una no deja de ver que eso es un menjunge polvoriento y que de ahí nunca van a salir galletas....pero si!!! seguid amasando....va quedando asi más o menos, con un poco mas de colorcillo amarilento.
Volvemos a hacer el huequito en nuestro volcán y en este momento vamos agregando poco a poco la leche a la que le habremos añadido dos cucharaditas de esencia de vainilla de esa que se compra en los supermercados.
En este momento nos va a empezar a coger textura mas densa, debe quedar como la plastilina, más o menos y sobretodo, no dejéis de amasar hasta que no se pegue en las manos ni en la superfície donde estáis amasando, vamos que no tiene que quedar ni una miguita por ahí, todo pegadito en la bola de masa.
Así quedará cuando esté lista y después de hacer un poco de musculitos amasando, no os quejéis!!! así os ahorráis el gimnasio....
Ponemos nuestra bola de masa sobre un papel de horno y le ponemos otro encima para que no se nos peque el rodillo. Yo utilizo un rodillo con nivel y siempre lo pongo a 6mm, pero si no tenéis rodillo nivelador podéis poner a los lados de vuestro rodillo tradicional unas varillas de madera de la misma medida y pasar por encima de las varillas en rodillo, de esta maner toda la masa os quedará estirada al mismo grosor. Esto es muy importante, pues, de no ser así las galletas quedarían mas cocidas de un lado que de otro.
Fijaros que la masa siempre tiene que estar "dentro" de la superfície que abarca el rodillo, así sabemos que toda la masa que queda " dentro" de esa superfície queda al mismo nivel.
La masa ya está preparada para reposar, este paso es otro muy importante, siempre me preguntan porque??? Pues la mantequilla debe solidificarse para que la masa esté dura y al cortar las galletas y meterlas en el horno no pierdan la forma que le habréis dado según el molde que queráis utilizar. La pondremos 30 minutos en la nevera. Ojo! si la quisiérais congelar se puede, la congeláis ahora y la podéis sacar cuando la queráis utilizar esperando unos 5 minutillos antes de cortarla.
Cuando repose solo tendréis que cortarlas con el molde que más os guste y ponerlas al horno 15 minutos a 180 grados.
Al sacarlas del horno, algo muy importante,ponedlas enseguida en una rejilla, sino con el calor residual se acabarían tostando.
Espero que probéis esta recetilla y ya veréis como os gustan.
Un saludo dulce
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